Revista Multidisciplinaria Perspectivas Investigativas
Multidisciplinary Journal Investigative Perspectives
Vol. 5(Económica), 297-311, 2025
Estrategias contables innovadoras para optimizar la implementación de la NIIF 16 en empresas
Innovative accounting strategies to optimize implementation of IFRS 16 in companies
Washington Mauricio Salazar-Gallardo
María Eliza Flores-Flores
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En cuanto al costo financiero, se refiere a los intereses que el arrendatario debe abonar en
relación con el pasivo por arrendamiento. Este gasto se reconoce en la cuenta de pérdidas y
ganancias conforme el arrendatario realiza los pagos del arrendamiento. La norma establece
que el gasto por intereses debe calcularse utilizando la tasa de interés implícita en el
arrendamiento, siempre que sea posible determinarla; de lo contrario, se aplica la tasa de
interés incremental del arrendatario. Este enfoque permite representar con precisión el costo
del financiamiento relacionado con el uso del activo arrendado durante su duración. El
tratamiento de este costo financiero ayuda a mejorar la claridad de los estados financieros, lo
que facilita la evaluación de cómo los arrendamientos impactan la estructura de capital y la
rentabilidad de la entidad (Grant Thornton Tax Costa Rica S.A., 2018).
Estos casos reales aportan a la teoría financiera al proporcionar ejemplos concretos que
facilitan la comprensión de conceptos en la gestión empresarial. Por lo tanto, la aplicación
práctica de estos indicadores permite analizar el desempeño financiero de las empresas a partir
de información obtenida de sus estados financieros anuales. A continuación, se presentan
ejemplos de empresas evaluadas a través de tres métricas fundamentales: la relación deuda-
patrimonio, el EBITDA y el costo financiero.
En primer lugar, la relación deuda-patrimonio permite medir el nivel de apalancamiento de una
empresa. En el caso de Inditex, si su deuda total asciende a 5,000 millones de dólares y su
patrimonio neto es de 8,000 millones de dólares, su ratio deuda-patrimonio se calcularía como
0.625. Esto significa que, por cada dólar de patrimonio, la empresa tiene 0.625 dólares de
deuda, lo que refleja un equilibrio adecuado entre financiamiento propio y ajeno.
Por otro lado, el análisis del EBITDA ayuda a evaluar la capacidad de generación de beneficios
antes de descontar intereses, impuestos y gastos contables no monetarios. En el caso de
Ryanair, con ingresos de 10,000 millones de dólares y costos operativos de 7,000 millones de
dólares, excluyendo depreciación y amortización, el EBITDA resultante es de 3,000 millones de
dólares. Este indicador sugiere que la empresa cuenta con una sólida capacidad de generar
ganancias para cubrir sus costos financieros y posibles reinversiones.
En definitiva, el costo financiero mide el impacto de la deuda en la rentabilidad de una
empresa. American Airlines, con una deuda total de 30,000 millones de dólares y una tasa de
interés promedio del 5 %, enfrenta un costo financiero anual de 1,500 millones de dólares. Este
valor representa el monto que la empresa debe destinar al pago de intereses, lo que subraya la
importancia de generar suficientes ingresos para cubrir estas obligaciones (IASB, 2016).
Impacto de la NIIF 16: en la calificación crediticia, el riesgo crediticio y el riesgo
financiero: implicaciones del tratamiento contable
La calificación crediticia impacta la contabilización de los arrendamientos bajo la NIIF 16, pues
las empresas deben estimar las pérdidas crediticias esperadas en las cuentas por cobrar. Los
flujos de efectivo empleados en este cálculo deben ser consistentes con los usados en su
medición. Una calificación más baja aumenta la estimación de pérdidas, afectando la
presentación de activos y modificando ratios financieros. Esto también incrementa la
incertidumbre sobre la recuperación de activos, resaltando la importancia de gestionar el riesgo
crediticio y monitorear la calidad crediticia de los arrendatarios. Además, una menor calificación
eleva el riesgo crediticio, aumentando la probabilidad de incumplimiento de pagos. Las
empresas deben considerar estos factores para reflejar con precisión su situación financiera
(IASB, 2016).
Por tanto, el riesgo crediticio es la posibilidad de que un prestatario incumpla sus pagos,
generando pérdidas para el prestamista. Es clave para instituciones financieras y analistas,
pues impacta la estabilidad y liquidez. Su evaluación depende de la situación financiera del
prestatario, su historial y el entorno económico. Con la NIIF 16, este riesgo aumenta por el
mayor apalancamiento derivado de los pasivos por arrendamientos, afectando la percepción
sobre la solvencia empresarial. Esto complica la gestión financiera y exige mayor atención a los
acuerdos crediticios. Un mayor riesgo crediticio también intensifica el riesgo financiero,
reduciendo la estabilidad y limitando el acceso a financiamiento. Agencias y analistas deben
tener en cuenta estos factores al evaluar la salud crediticia de las empresas (Deloitte, 2016).