Revista Multidisciplinaria Perspectivas Investigativas
Multidisciplinary Journal Investigative Perspectives
Vol. 4(1), 29-37, 2024
Comunidad de aprendizaje profesional y pensamiento crítico en estudiantes
Professional learning community and critical thinking in students
Sindili Margarita Varas Rivera
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INTRODUCCIÓN
En el fulgor de la era digital, el ámbito educativo se encuentra inmerso en un constante proceso
de transformación. En este escenario, la noción de "Comunidad de Aprendizaje Profesional"
(CAP) ha emergido como un faro orientador, iluminando el camino hacia una educación más
efectiva y adaptativa (Eirín-Nemiña, 2018). Las CAP, entendidas como entornos colaborativos
donde educadores comparten conocimientos, experiencias y estrategias pedagógicas, han
adquirido una relevancia significativa en el contexto contemporáneo. El tejido mismo de la
educación ha evolucionado, y con él, la demanda de un enfoque más dinámico y colaborativo
entre los profesionales de la enseñanza. En este contexto, las CAP han florecido como espacios
virtuosos donde maestros, directores, y otros actores educativos convergen para mejorar su
práctica pedagógica y, por ende, enriquecer la experiencia de aprendizaje de los estudiantes
(Cabezas, et al. 2021), (Vaillant, 2019).
El propósito fundamental de este artículo es explorar a profundidad el fenómeno de las
Comunidades de Aprendizaje Profesional, delineando sus características esenciales,
examinando sus beneficios tangibles e intangibles, y explorando las posibles vías para su
implementación exitosa en diversos entornos educativos. A medida que la educación se expande
más allá de las paredes tradicionales del aula, las CAP se presentan como un puente entre la
teoría y la práctica, uniendo a educadores en una red de aprendizaje colaborativo (Rivera-
Huaranga & Ledesma-Cuadros, 2021).
La naturaleza misma de las CAP se sustenta en la premisa de que el aprendizaje continuo es
esencial para la excelencia educativa. En un mundo donde la información fluye con rapidez y las
metodologías pedagógicas evolucionan constantemente, el aislamiento profesional ya no es una
opción viable. Las CAP ofrecen un remedio a esta desconexión, fomentando la construcción
colectiva del conocimiento y la adaptación continua a las demandas cambiantes del entorno
educativo (Chue, 2016). Al examinar las características distintivas de las CAP, resulta imperativo
destacar su carácter inclusivo y diverso. Estas comunidades trascienden las fronteras
geográficas y reúnen a profesionales de diversas disciplinas, niveles educativos y contextos
culturales. Esta diversidad se convierte en un activo invaluable, por cuanto propicia la generación
de ideas innovadoras y la transferencia de buenas prácticas entre entornos educativos
aparentemente dispares (Heemskerk, et al. 2020).
La tecnología desempeña un papel crucial en la construcción y sostenimiento de las CAP.
Plataformas en línea, redes sociales especializadas y herramientas colaborativas permiten a los
educadores conectarse más allá de sus fronteras físicas, compartiendo recursos, estrategias
pedagógicas y desafíos comunes. La virtualidad de estas comunidades amplía las posibilidades
de intercambio y colaboración, facilitando la participación activa de educadores que, de otro
modo, podrían quedar marginados de las oportunidades de desarrollo profesional (Hayward &
Ward, 2018), (Anderi, et al. 2020).
Sin embargo, la implementación efectiva de las CAP no se limita a la adopción de tecnologías
avanzadas. Requiere un compromiso genuino por parte de los educadores, líderes educativos y
las instituciones que los respaldan. La construcción de una cultura de aprendizaje colaborativo
implica superar barreras culturales, incentivar la confianza y fomentar la disposición para
compartir conocimientos y experiencias. Además, se hace imperativo considerar la creación de
incentivos y reconocimientos que valoren y promuevan la participación activa en estas
comunidades.
En este viaje hacia una educación más holística y centrada en el aprendizaje, las CAP se erigen
como pilares fundamentales. Al desplegar un abanico de estrategias, desde la mentoría entre
pares hasta la reflexión colaborativa sobre la práctica, estas comunidades ofrecen un espacio
donde los educadores pueden crecer y prosperar profesionalmente. La adopción de enfoques de
desarrollo profesional basados en la colaboración y la reflexión crítica promueve una cultura de
mejora continua, enriqueciendo así la calidad del proceso educativo.
El fascinante mundo de las comunidades de aprendizaje profesional, explorando su impacto en
la formación docente, la mejora de la práctica pedagógica y, en última instancia, en la experiencia